El Cerro de los 7 colores una postal, Purmamarca una historia de tradición y belleza
PURMAMARCA
Purmamarca o “pueblo de la tierra virgen” en aimará, la lengua de los primitivos habitantes de la zona, es una aldea de principios del siglo XVII ubicada a 2.192 m.s.n.m., al pie del conocido cerro de los 7 colores, marco obligado de la foto típica del lugar, tiene su ejido urbano formado por construcciones de adobe y techos de cardón con tortas de barro.
El pueblo tomó impulso al quedar integrado al corredor bioceánico del Mercosur, siendo la quebrada donde se asienta la localidad zona de tránsito, vía la Cuesta del Lipán, al Paso de Jama, único paso del eje completamente asfaltado y transitable todo el año
Por otro lado, la declaración de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la Humanidad, aumentó la actividad turística en la zona y hoy en día tanto las características propias como las bellezas naturales de su entorno convierten a la villa en un magnífico lugar de descanso y contemplación.
La prehispánica aldea creció en torno a la iglesia de Santa Rosa de Lima, hoy Monumento Nacional, y en su plaza central funciona permanentemente una feria artesanal en la que se pueden encontrar tejidos a mano con lana de alpaca o llama, alfombras tejidas en telares, ponchos, instrumentos musicales y recuerdos de la zona
El clima en la zona es templado y permite anticipar amplitudes térmicas de 20·C
Además de las fiestas típicas de toda Jujuy como el Carnaval o, el 1ro de Agosto la Pachamama en cuya ceremonia se “da de comer y beber a la tierra”, o el 02 de Noviembre el “día de las Almas” (Los jujeños creen que en esta jornada las ánimas visitan las casas en las que vivieron y por ello les ofrendan panes, bebidas y los platos favoritos de cada difunto), se celebran en Purmamarca el “Encuentro de Copleros” y el “Festival de la Chicha y la Copla”
Quienes lleguen a esta comarca no se arrepentirán de caminar o hacer una cabalgata por el Cerro de los 7 Colores de origen sedimentario y apreciar desde distintos ángulos esta verdadera belleza natural hoy en día ya reconocida y admirada por personas de distintas latitudes. Tampoco se deberían dejar de visitar ya sea a pie o en auto las Salinas Grandes, una de las mayores depresiones del Noroeste Argentino, una planicie de sal a cielo abierto que se extiende por 12.000 hectáreas, formada por la evaporación de una reserva de agua salada. El Camino de los Colorados recorre parte del lecho de un afluente del río Purmamarca y permite observar figuras talladas por la naturaleza en las laderas de las montañas y descubrir hermosos paisajes.
2 pueblos para visitar:
Recorriendo la Cuesta de Lipán, podemos tener una panorámica de la Puna Sur y después de atravesar las Salinas visitar el típico poblado de de Susques. Por su lado Yala es un pequeño pueblo de villas veraniegas de gran belleza, en un círculo de serranías boscosas donde se aprecia un interesante paisaje precordillerano. La vegetación exuberante y el río cristalino, con múltiples remansos, atraen los fines de semana a centenares de personas que llegan para acampar y disfrutar de las aguas.
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